La inflamación es un proceso natural que desempeña un papel crucial en el mecanismo de defensa del cuerpo. Ayuda a combatir infecciones y reparar tejidos dañados. Sin embargo, cuando la inflamación se vuelve crónica, puede conducir a varios problemas de salud, incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes y trastornos autoinmunes. Uno de los contribuyentes menos conocidos a la inflamación crónica es nuestro sistema digestivo. Ciertos hábitos alimenticios y errores digestivos pueden aumentar la inflamación sin que nos demos cuenta.
Entender la conexión entre la digestión y la inflamación requiere un examen más detallado de cómo funciona nuestro intestino. El sistema digestivo no solo es responsable de descomponer los alimentos y absorber nutrientes, sino que también desempeña un papel significativo en nuestro sistema inmunológico. El tejido linfoide asociado al intestino (GALT) constituye aproximadamente el 70% del sistema inmunológico, destacando la importancia del intestino en el mantenimiento de la salud general.
El papel de la microbiota intestinal
La microbiota intestinal, una comunidad compleja de microorganismos que reside en nuestros intestinos, es esencial para una dige...
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